n esto de las fuentes, la documentación, e incluso la inspiración, a veces hay espacios que no están demasiado bien considerados pero no por ello, en mi caso, los obvio ni los ignoro. Una vez que los examino, decido, el criterio fundado debe tener esa labor, al menos para eso intentamos desarrollarlo.
«La del PP dice que no quiere a Vox y nos juntamos con Vox. A mí eso no me gusta, o estás o no estás»
Repasando esta semana uno de los diálogos más interesantes de la serie Juego de tronos un personaje le decía a otro: «¿Sabéis qué es el reino? Una historia que decidimos contarnos una y otra vez hasta que olvidamos que es mentira». A lo que le contestó el otro: «¿Qué es lo que nos queda cuando abandonamos la mentira? El caos. Un foso que aguarda para engullirnos a todos».
Y en este reino de ficciones y televisión la princesa del pueblo, Belén Esteban, habló: «Creo que en vez de ir para adelante vamos para atrás. Y lo que hay que ir es para adelante. Yo tengo muchos amigos, y creo que con lo que voy a decir va a saber toda España qué partido es y todo el mundo que nos vea. Yo tengo gente muy cercana, amigos que son como hermanos, que han luchado mucho por tener unos derechos. Y yo lo que no voy a hacer es, a ellos que han sufrido tanto, meter a un partido político a medias con otro, que puedan gobernar y en vez de ir para adelante ir para atrás».
Quizá ella no sea ejemplo académico pero nadie podrá negarme que aspirar a una sociedad que avanza y progresa es lo que sentimos gran mayoría, y su afirmación por sensata, lógica y natural resulta aplastante. Coherencia que ahondó con la situación política extremeña: A mí lo de Extremadura no me ha gustado. La del PP dice que no quiere a Vox, y luego nos juntamos con Vox. A mí eso no me gusta, o estás o no estás.
María Guardiola, a la que le faltó jurar en arameo para referirse a Vox hace unas semanas, y con los que ha pactado un gobierno en coalición, entregado su senador autonómico y lo que te rondaré, ahora renuncia a su respuesta pasional pero insiste en que sus principios están intactos. Si fuese un programa de televisión esto de la gestión pública podríamos justificar las pasiones, los cambios de posición… pero hasta quienes representan a ese sector en la televisión española resuenan más auténticos, sensatos y con más sentido común que quien va a tomar las riendas de nuestra región.
Me preocupa que entrados en este caos de mentiras, cambios, estemos en ese foso que engulle. Prometió una bajada de impuestos generalizada, ¿los servicios continuarán del mismo modo? ¿O habrá recortes como los que practicó en su gobierno del 2011? Cambiar de versión es muy fácil, solo hay que permanecer intacto. ¡Ay, la ficción y el espectáculo!
Quiero finalizar como lo hacía Forges en sus viñetas ante las causas más justas: me sumo a los profesionales de la cultura y a las y los ciudadanos que claman en contra de la censura. Sin libertad de expresión no hay democracia.
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